Han sido ya casi siete meses de pandemia en Costa Rica, y todos hemos sufrido las consecuencias de dicho virus. Para nosotros como Asociación ha sido muy difícil sostener esta obra en medio de esta situación. Y es que los gastos no se detienen, al contario, aumentan.

el 95% de las familias que atendemos se han visto realmente afectadas por la situación. Muchas mamás trabajaban como empleadas domésticas, muchos papitos en construcción o tareas afines, y han perdido sus trabajos. Con chicos a cuestas, muchas bocas que alimentar y su fe puesta en muchos casos en personas caritativas que den de si mismos para que sus hijos puedan tener un plato en sus mesas.

La iniciativa de nuestro centro surge como una necesidad de brindar apoyo integral a familias que requieren de ese empujo, viendo resultados sumamente positivos. Pero al iniciar la pandemia todo se detiene al 100% durante mas de un mes, y el covid comienza a causar estragos.

Dando como resultado, desempleo y pobreza, pero también fe y fortaleza. Acompañadas de incertidumbre.

Es ahí donde muchos de nuestros padrinos entran en acción, siendo testigos del amor y misericordia de Dios. Hemos visto su mano providente asistiendo a nuestras familias y hasta la fecha no ha faltado un grano de arroz.

Que lindo es ver a tantas familias ayudando en estos tiempos. Promoviendo el amor y la caridad.  A ustedes, gracias por siempre darnos de su apoyo, que Dios les bendiga siga permitiéndonos servir juntos, en favor de los mas necesitados!